Formación en prácticum en trabajo social y pandemia. La necesidad de un esfuerzo compartido

La formación en prácticum es imprescindible para que el alumnado de Trabajo Social salga al mercado laboral con una mínima noción de lo que implica la acción profesional. ¿Alguien puede sostener lo contrario? ¿Quién no querría que las futuras generaciones que trabajen en atención social primaria, en un centro de salud mental o en una residencia de personas mayores, tengan la mejor formación competencial que podamos darles? ¿Quién no se ha quejado en su época de alumna/o del poco tiempo que hemos dedicado al prácticum? ¿Quién no ha echado de menos haber tenido la oportunidad de dedicar más tiempo a aprender de primera mano de quien lo está haciendo a diario? Es nuestra profesión una de las que crece en la práctica, en la que la maestría y el expertise tienen mucho de conocimiento implícito que solo se puede adquirir de una manera: en la acción.
 
Como cada curso escolar, en las Universidades madrileñas de Trabajo Social comienza el proceso de incorporación del alumnado y futuras/os trabajadoras/es sociales a los centros donde van a desarrollar sus prácticas curriculares profesionales. Una aventura y todo un reto para estudiantes, para responsables de coordinar dicha tarea y para profesionales supervisoras/es en los centros de prácticas.
 
El final del curso pasado ya fue complejo y difícil. Por motivo del confinamiento, a mediados de marzo se suspendieron las prácticas en todos los centros, y las/os trabajadoras/es sociales tutoras/es, en coordinación con las Universidades, tuvieron que reinventar distintas actividades alternativas para acercar el estudiantado a la realidad social y sanitaria que se imponía. El esfuerzo de las Universidades y la colaboración de muchas/os profesionales permitió conseguir una finalización del prácticum en las mejores condiciones posibles.
 
Pero este año la realidad sigue siendo compleja. La pandemia nos marca día a día y también está impactando en la formación de las/os futuras/os profesionales. Sabemos que el inicio de este curso, como nos transmiten las/os responsables de las Universidades, está presentando dificultades para la incorporación de estudiantes a las prácticas. Aunque ya muchos servicios y centros han ofertado plazas, la realidad es que no está siendo suficiente.
 
Desde el Colegio Oficial de Trabajo Social de Madrid, queremos mostrar nuestro apoyo tanto a las Universidades como a las/os profesionales que colaboran en conseguir que nuestras/os futuras/os compañeras/os puedan realizar sus prácticas académicas y finalicen su formación reglada del Grado en Trabajo Social. Esta colaboración -nexo entre lo académico y lo profesional- es un compromiso profesional y ético para todas y todos.  
 
Pero, aparte del apoyo, deseamos:
 
  • Que las instituciones y entidades, tanto públicas como privadas, que tienen firmados convenios de prácticas con las distintas Universidades hagan lo posible para garantizar el acceso del alumnado en prácticas, en las condiciones de seguridad adecuadas para la realización de estas valorando los escenarios posibles que las faciliten.
  • Que las/os trabajadores/as sociales asuman un rol proactivo en pos de encontrar soluciones a las dificultades que puedan surgir, poniendo en valor la necesidad de formación de las/os futuras/os compañeras/os y el momento actual como un espacio de aprendizaje en positivo ante las nuevas realidades sociales que afrontamos.
El reto de que el componente formativo práctico de nuestra profesión se mantenga con el enfoque de calidad e implicación profesional que siempre ha tenido, debe ser abordado desde la colaboración de todos los agentes implicados.

 

 "Para soñar hay que empezar de cero. La suerte ayuda a los que quieren volar"
Hecho con tus sueños, Maldita Nerea