Pronunciamiento del Colegio Oficial de Trabajo Social de Madrid – Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres (28 de mayo)

Desde hace más de 30 años, el 28 de mayo se conmemora el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres. Esta fecha emblemática es una oportunidad para poner el foco en las desigualdades que experimentan las mujeres en el ámbito de la salud, tanto en el acceso como en la atención recibida.

La salud, entendida desde un enfoque integral, se ve condicionada por múltiples factores: bio-psico-sociales, ambientales, culturales, económicos… Es una evidencia que la desigualdad de oportunidades y de poder, así como la división injusta del trabajo y la violencia contra las mujeres son situaciones estructurales estrechamente relacionadas con la inequidad en su acceso y atención de los recursos sanitarios.

A pesar de esta realidad, aún queda un largo camino para que en la agenda de las políticas públicas prevalezca la especificidad en la atención de la salud de las mujeres. Las desigualdades de género y la visión androcéntrica de la salud se siguen perpetuando en los sistemas sanitarios, lo que se traduce en un desigual desarrollo de la investigación, de la atención y de la priorización de las enfermedades prevalentes en las mujeres.

Este año, desde el Colegio Profesional de Trabajo Social, queremos poner el foco en la especial discriminación que experimentan las mujeres con discapacidad.

Según los datos de la Encuesta de Discapacidad, Autonomía Personal y Situaciones de Dependencia (EDAD 2020) del INE, el 58,6 % de las personas con discapacidad en España son mujeres. Además, presentan una tasa de discapacidad (112,1 por mil habitantes) notablemente superior a la de los hombres (81,2).

En cuanto al acceso a los servicios sanitarios, las barreras a las que se enfrentan las mujeres con discapacidad son múltiples:

  • Actitudinales, con la estigmatización, prejuicios, discriminación y falta de empatía
  • Físicas que condicionan la accesibilidad y las dificultades de movilidad
  • Comunicativas que implican la limitación en la comunicación y acceso a la misma,
  • Y por supuesto, cognitivas.

Todos estos factores limitantes dificultan el disfrute de los entornos, bienes y servicios de manera autónoma, eficiente, segura y en igualdad de condiciones. Además, implican un mayor riesgo de sufrir violencia en las relaciones de pareja y, en muchos casos, en su propio entorno.

Más allá de la violencia física, las mujeres con discapacidad pueden recibir otro tipo de violencias menos visibles como son la violencia económica, la psicológica o la familiar, entre otras, y los sistemas sanitarios deben contar con herramientas para la detección y atención de estas realidades mientras que evitan, además, atenciones heterónomas y garantizan la seguridad y autonomía de las mujeres con discapacidad en su toma de decisiones.

Por todo ello, desde la Comisión de Trabajo Social y Feminismo junto con la Comisión Discapacidad y Dependencia del Colegio Oficial de Trabajo Social de Madrid (COTS Madrid), reivindicamos la necesidad de una mirada feminista e interseccional en la atención sociosanitaria que apueste por una intervención integral, adaptada y respetuosa con los derechos de las mujeres con discapacidad.

Reclamamos, además, que desde los poderes públicos se eliminen los obstáculos para que se regule por Ley la protección especial que promulga el artículo 49 de la Constitución, recientemente reformado, que reconoce la obligación de atender particularmente las necesidades específicas de las mujeres y niñas con discapacidad.

Artículo 49

  1. Las personas con discapacidad ejercen los derechos previstos en este Título en condiciones de libertad e igualdad reales y efectivas. Se regulará por ley la protección especial que sea necesaria para dicho ejercicio.
  2. Los poderes públicos impulsarán las políticas que garanticen la plena autonomía personal y la inclusión social de las personas con discapacidad, en entornos universalmente accesibles. Asimismo, fomentarán la participación de sus organizaciones, en los términos que la ley establezca. Se atenderán particularmente las necesidades específicas de las mujeres y los menores con discapacidad.

En este 28 de mayo, Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, es importante visibilizar la necesidad de seguir trabajando por las y los profesionales del trabajo social, por los derechos y la justicia social y, en este caso concreto, de las mujeres y niñas con discapacidad