Esther Riaza: “Debemos abordar la complejidad de los problemas que se nos presentan siempre con esa mirada ética y deontológica”

Esther Riaza Barrena, presidenta de la Comisión Deontológica del Colegio Oficial de Trabajo social de Madrid, subraya en esta entrevista que el principal papel de la Comisión Deontológica es velar por la actuación profesional, que esta esté acorde con los principios y normas recogidos en el Código Deontológico

En el ámbito del trabajo social, la deontología se erige como un faro guía que asegura que los profesionales de este campo actúan con integridad y respeto en cada paso de su labor. Es decir, la deontología se convierte en el compás que orienta las acciones de quienes se dedican a ayudar a los más vulnerables y necesitados en nuestra sociedad.

Esther Riaza Barrena, presidenta de la Comisión Deontológica del Colegio Oficial de Trabajo social de Madrid, subraya en esta entrevista que el principal papel de la Comisión Deontológica es velar por la actuación profesional, que esta esté acorde con los principios y normas recogidos en el Código Deontológico. Y es que, la Comisión Deontológica del Colegio Oficial de Trabajo Social de Madrid desempeña un papel crucial en la supervisión y promoción de los principios éticos que deben guiar la práctica de los trabajadores sociales en la región de Madrid.

En esta entrevista, la experta insiste en la importancia de la deontología en la toma de decisiones y cómo esta disciplina contribuye a garantizar que los profesionales de trabajo social brinden un servicio de calidad, siempre respetando los derechos y la dignidad de las personas a quienes sirven. Sin embargo, también señala los desafíos que tiene la profesión por delante. “Los principales desafíos de los trabajadores sociales en cuanto a la ética es poder abordar la complejidad de los problemas que se nos presentan siempre con esa mirada ética y deontológica, asegurando que esa atención siempre se preste respetando a la persona y siguiendo, por supuesto, el código deontológico”, comenta.

La profesional recomienda a sus compañeras de profesión que se encuentren ante estas situaciones en la práctica diaria que planteen las dudas que tengan en sus puestos de trabajo, en grupos de espacios de reflexión y, por supuesto, en los colegios profesionales. “La importancia de este asunto -concluye Esther-, no es solo resolver de manera individual aquello que le preocupa a cada profesional, sino hacerlo de manera conjunta de la mano del colegio profesional y de la compañera”.