Migración y cambio climático

En el Día Internacional del Migrante, y en el marco del Mes del Clima que celebramos en el Colegio de Trabajo Social de Madrid, queremos poner de relevancia las migraciones producidas como consecuencia del cambio climático.

                       
La crisis medioambiental obliga, cada vez con mayor frecuencia y en mayor número, a las personas a comenzar procesos migratorios huyendo de condiciones ambientales que endurecen, deterioran o imposibilitan la vida en condiciones dignas. Las previsiones indican que estos fenómenos irán en aumento. En todo el mundo, la súbita aparición de desastres como terremotos, inundaciones, desprendimientos de tierra y tormentas tropicales desplazó a alrededor de 165 millones de personas entre los años 2008 y 2013, según datos de la Revista Migraciones Forzadas (RMF).
 
Por tanto, es posible que los peligros relacionados con el cambio climático –tanto los súbitos como los de evolución lenta–, unidos a la urbanización acelerada, el crecimiento de la población y la pobreza y las vulnerabilidades sociales preexistentes hagan que los desplazamientos y la migración aumenten en el futuro, incluso a través de las fronteras internacionales. (Børge Brende y Didier Burkhalter (julio 2015). Desastres y desplazamiento en un clima cambiante . Migraciones Forzosas.Número 49, 4-5)
 
Por ello, distintas instituciones que trabajan con población migrante aplican una perspectiva de gestión exhaustiva que vincula la migración con el cambio climático y el medio ambiente. El desarrollo sostenible es una parte fundamental de esta perspectiva que se lleva a cabo mediante la reducción de riesgo de desastres y vulnerabilidad.
 
Por ejemplo, Organización Internacional para las Migraciones (OIM) desde el año 2000 ha financiado más de 500 proyectos que buscan, por una lado, reducir la vulnerabilidad de las poblaciones expuestas a factores de riesgo ambiental; por otro, prestar asistencia a las poblaciones que se desplazan a raíz de desastres y del cambio ambiental. Además de consolidar las capacidades de los gobiernos y otros interlocutores para que hagan frente al reto que constituye la migración por motivos ambientales.
 
La perspectiva de los profesionales del Trabajo Social en las migraciones, provocadas por el cambio climático u otros factores,  es fundamental, puesto que los servicios sociales y el trabajo social son la mayor herramienta para prevenir las causas de la exclusión que generan las migraciones. (Pedro Moreno Ródenas (2006). El trabajo social con población inmigrante desde los servicios sociales municipales. Trabajo Social Hoy, Monográfico Trabajo Social e Inmigración, 83-97). 
 
Así pues, los/as profesionales del Trabajo Social deben comprender las causas de la migración, la situación de la que huyen los migrantes y el compromiso del propio Trabajo Social como garante y protector de los Derechos Humanos. Los/as trabajadores/as sociales desempeñarán un papel cada vez más importante en la respuesta a desastres climáticos en todos los países, sin importar la etapa de desarrollo económico en que estos se encuentren, participando, cada vez con más frecuencia, en una respuesta de emergencia, Atención Social Primaria y especializada y actividades de desarrollo a largo plazo.