Mostramos nuestra indignación y repulsa ante la intercepción de la Global Sumud Flotilla por parte de Israel.
Más de 40 embarcaciones, cientos de activistas de todo el mundo, alimentos, medicinas, esperanza… interceptados en aguas internacionales.
Obstaculizar una misión humanitaria que solo busca llevar ayuda urgente a la población civil de Gaza y abrir un corredor de paz es una afrenta al derecho internacional y a los principios más básicos de humanidad. La flotilla representa el compromiso de la sociedad civil con la justicia, la dignidad y la vida ante un genocidio permitido por la inacción internacional de los estados durante años.
Exigimos respeto a las iniciativas pacíficas, protección para quienes las integran y el fin del genocidio que condena a miles de personas al sufrimiento y la muerte.
La paz no se intercepta. La solidaridad no se criminaliza.