Conmemoramos Mes de Concienciación del Cáncer Infantil, por Rubén Yusta, vocal de la Junta de Gobierno.

El mes de septiembre es el mes de sensibilización del cáncer infantil. Un mes en el que asociaciones, fundaciones e instituciones relacionadas con la intervención con esta enfermedad, dar visibilidad y concienciar sobre un problema que afecta a un numeroso número de menores en nuestro país. De acuerdo con la Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátricas (2014), en España se diagnostican cada año alrededor de 1.100 nuevos casos de cáncer infantil. Una enfermedad que tiene un gran impacto cuando es diagnosticada en personas adultas, pero que tal y como señala Grau (2002), cuando afecta a menores de edad, afecta a todo el entorno sociofamiliar de la persona, llegando en ocasiones a considerarse una enfermedad colectiva.

Teniendo en cuenta esta complejidad añadida que supone la edad de la persona que sufre esta enfermedad, se hace imprescindible una atención integral, en la que sean tenidos en cuenta aspectos biológicos, psicológicos y sociales, en un planteamiento biopsicosocial que ya desde 1977 está presente mediante la labor de Engel. De acuerdo con este planteamiento, la labor y el desarrollo del Trabajo Social en la intervención con niñas y niños con cáncer se hace fundamental para abordar todos los aspectos sociales y familiares que se encuentran imbricados en esta compleja situación. Por un lado, las trabajadoras sociales son una parte fundamental de la intervención con la/el menor, siendo una figura de referencia en el acompañamiento en las etapas de diagnóstico, tratamiento, seguimiento y recuperación. Pero el Trabajo Social también supone un elemento de apoyo básico en la intervención con las madres y padres de las/os menores afectadas/os, las/os cuales se ven afectadas/os a nivel psicológico, social, emocional, laboral, económico y un largo etcétera de cuestiones que, como se puede deducir, supone el impacto del diagnóstico de una enfermedad oncológica en sus hijas/os. De la misma forma, en ocasiones, el diagnóstico de una enfermedad oncológica requiere la gestión de prestaciones y servicios acordes a las necesidades de la persona o de su entorno sociofamiliar, tanto a nivel de Dependencia, Discapacidad o los diferentes ámbitos que se ven afectados por la misma. En este sentido, el acompañamiento de la figura de la trabajadora social es clave para identificar las diferentes necesidades, orientar en la gestión y analizar el impacto y la idoneidad de las mismas, en un proceso cambiante que supone un impacto global en cualquier entorno sociofamiliar que suceda. Por último, tampoco se puede olvidar la necesidad de seguimiento de las personas que, una vez recuperadas de la enfermedad, requieren de un apoyo y/o asistencia derivado de las posibles secuelas de la enfermedad y debe ser enfocado hacia un proceso de integración y normalización, aspectos clave en la intervención social.

Por todo lo anterior, desde el Colegio Oficial de Trabajo Social de Madrid, queremos en un primer momento contribuir a la concienciación de ciudadanas/os, profesionales y personas usuarias acerca de una enfermedad que, como se ha visto anteriormente, afecta cada año a más de 1.000 niñas y niños en España. Por otro lado, en relación al desarrollo anterior, también queremos poner en valor la figura de la trabajadora social y la necesidad de que en los equipos que actualmente intervienen en los procesos oncológicos infantiles cuenten con este perfil profesional, básico para el desarrollo de una atención integral de todas las necesidades que rodean este proceso. De esta forma conseguiremos hablar de una atención integral de las necesidades derivadas por estos procesos oncológicos al igual que trabajaremos hacia una intervención que tenga en cuenta a todas las personas afectadas por el diagnóstico, tratamiento y las diferentes situaciones tras la superación de la enfermedad. De la misma forma, no queremos pasar la oportunidad de poner de manifiesto la necesidad de que el Trabajo Social sea reconocido como profesión sanitaria, de acuerdo con las funciones que actualmente desarrollamos en este ámbito, que como ya se ha recordado en alguna ocasión por parte de este Colegio y como acabamos de desarrollar, van mucho más allá de los procesos de curación y alta, haciendo especial incidencia en la reducción de las desigualdades sanitarias interviniendo en los determinantes sociales de salud.

Bibliografía

  • Engel, G. (1977). The need for a new medical model: a challenge for biomedicine. Science, 196(1), 129–136. DOI: https://doi.org/10.1126/science.847460
  • Grau Rubio, C. (2002). Impacto psicosocial del cáncer infantil en la familia. Educación, Desarrollo y Diversidad, 5(2), 87-106.
  • Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátricas. (2014). Cáncer Infantil en España. https://www.uv.es/rnti/pdfs/B1.05-Texto.pdf