Este 20 de junio conmemoramos el Día Mundial de las Personas Refugiadas. Por Loreto Aranda Sánchez, vocal de la Junta de Gobierno

El 20 de junio, es el día designado por las Naciones Unidas para pensar a nivel mundial en las Personas Refugiadas, haciéndolo coincidir con el aniversario de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951.  Este año, 2022, se centra en el Derecho a buscar Protección, refugio sin importar quienes sean, de donde vengan, ni cuando hayan tenido que huir.

Según informa ACNUR, actualmente se calcula que más de 100 millones de personas en el mundo viven una situación de desplazamiento forzoso, lo que equivale a más del 1% de la población mundial.  Viven forzosamente lejos de sus hogares por graves violaciones de sus derechos fundamentales, escapando de conflictos, guerras o persecuciones, por motivos de raza o etnia, religión, nacionalidad, opinión política o pertenencia a determinado grupo social, de género u orientación sexual. En definitiva, huyen y piden protección por ser quienes son, pensar como piensan, sentir lo que sienten o haber nacido y vivir en un país determinado. Mujeres y hombres, niñas y niños, que cuando huyen, llegan sin saber muy bien a donde, con un futuro extraviado.

En 2021, más de 65.000 personas se vieron obligadas a solicitar refugio y protección nuestro país. Queremos poner la mira en visibilizar a estas personas, reconociendo su coraje, su fuerza a la hora de abandonar sus hogares, sus familias en muchos casos; en reconocer su capacidad de resiliencia, de reconstrucción de sus vidas; posibilitar su solicitud de asilo en terceros países, las vías para acogerse a la reagrupación familiar, en definitiva, garantizar su protección, su refugio.

Desde el Colegio Oficial de Trabajo Social de Madrid, queremos visibilizar y reivindicar la misma respuesta y voluntad política en los diferentes contextos en los que actualmente existen conflictos o situaciones de emergencia que provocan el desplazamiento de millones de personas, sea Ucrania, Siria, Etiopía, Somalia, Afganistán, etc. La respuesta dada a las personas refugiadas por la guerra de Ucrania, nos ha demostrado que es posible, que en el marco de los derechos humanos, se deben activar las vías legales para acceder a la protección y garantizar el acceso a Europa, por parte de las personas refugiadas, y la acogida por nuestra parte. Hoy, más que nunca, millones de personas desplazadas alrededor del mundo requieren de apoyo en forma de asistencia humanitaria, mecanismos de integración socioeconómica y políticas públicas inclusivas que garanticen su protección.

Como decía Eduardo Galeano: “los desesperados serán esperados y los perdidos serán encontrados, porque ellos son los que se desesperaron de tanto esperar y los que se perdieron de tanto buscar”. 

Loreto Aranda Sánchez,
Vocal de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Trabajo Social de Madrid